TIFFANY & CO. x PHARRELL WILLIAMS: TIFFANY TITAN es un tributo oceánico a la innovación y la elegancia

Tiffany & Co. y Pharrell Williams se sumergen en las profundidades del océano para presentar la Colección Tiffany Titan.

Este tercer acto de su colaboración artística es una oda a la perla tahitiana más oscura y rara, unida a una tecnología revolucionaria de diamantes flotantes que desafía las convenciones. "Para la próxima versión de la historia de Titan, quería explorar el concepto de flotar en algunas de estas piezas", explica Pharrell Williams en las notas de la colección. "Toda la colección es una continuación de la inspiración de Poseidón y el mar, una celebración de la belleza y la fuerza del océano, donde cada pieza es un reflejo de la elegancia y la innovación”.

La colección se inspira en la colaboración continua con Pharrell Williams, cuya segunda fase introdujo las perlas de agua dulce en un diálogo de diseño. Ahora, la atención se centra en la perla tahitiana, una gema orgánica nacida de la ostra de labios negros. Estas perlas, de más de 11 mm, se cultivan durante un mínimo de 18 meses en las prístinas lagunas de agua salada de la Polinesia Francesa. Su color gris profundo, adornado con matices que van del verde al morado, es el resultado de una selección meticulosa por parte de los artesanos de Tiffany, asegurando que cada perla sea única, sin igual en su belleza y carácter.

El tridente de Poseidón se alza como el emblema de la colección, simbolizando la audaz individualidad de Tiffany y rindiendo homenaje a Atlantis, la comunidad en Virginia Beach que vio crecer a Pharrell Williams. Los diseños, que incluyen un colgante, aretes, collar, brazalete y anillo, están elaborados en oro rosa de 18 quilates, con un pavé de diamantes que añade un toque de resplandor celestial.

La innovación más destacada de la colección es la montura Titan, que presenta una tecnología patentada de diamantes flotantes. Esta técnica revolucionaria utiliza una plataforma flotante con la marca registrada de Tiffany, elevando el diamante sin la necesidad de puntas ni biseles. Cada diamante se asegura en su lugar mediante una microacanaladura cortada con láser alrededor de su parte inferior, y se mide y se combina con un corte de canasta específico al nivel de micras para garantizar un ajuste perfecto. Sin metal visible, el diamante parece flotar en una danza de luz y sombra, una verdadera obra maestra de la ingeniería y el arte.