Las declaraciones de la Sra. Rius sobre Salvador Dalí que impactan a los usuarios de redes sociales.
Esta semana, las redes sociales han enloquecido con un extracto de la entrevista que le realiza la Youtuber Judith Tiral a la Sra. Rius para su podcast tenía la DUDA. La protagonista de todo este inesperado revuelo es la catalana Lydia Artigas, más conocida como la Sra. Rius. Se trata de una mujer que ejerció como prostituta en el Hotel San Mario durante el franquismo. En la entrevista relata su acelerada infancia, sus primeros empleos en una fábrica de cajas de cartón, en una fábrica de esencias... También habla sobre la enfermedad de su madre, lo que desencadenó que, con 16 años, tuviera que tomar la decisión de ejercer como prostituta. Algunos de sus clientes han sido las celebridades más populares del mundo, como Camilo José Cela, Salvador Dalí o el actor estadounidense, Orson Welles. Desde luego, destacan los recuerdos que relata sobre Dalí: «Venía al hotel con mujeres suecas muy altas y preguntaban dónde estaba el pato, cuándo viene el pato [...] las mujeres suecas metían el pato en el baño de la casa y le cortaban el cuello. Y el señor Dalí ponía su pene en el ano del pato».
Este relato ha sido reproducido miles de veces por los usuarios de Twitter y Tik Tok, que han quedado verdaderamente horrorizados al descubrir estas prácticas zoofílicas que llevaba a cabo el reconocido artista, Salvador Dalí. De hecho, las declaraciones de la Sra. Rius han reabierto un debate muy de actualidad: ¿Se debe separar al artista de la obra? ¿Es razonable la cultura de la cancelación?
Salvador Dalí, símbolo del surrealismo, exponía su vida sin recelo, habiéndose convertido ya en una caricatura de sí mismo. Su legado artístico es conocido y valorado de manera global. Su reputación, de forma general, es positiva. Es incluso un artista admirado. Sus actos apenas han influido a su nombre y honor. Dalí nunca ha pagado el pato. No obstante, debemos ser conscientes de que el problema se encuentra en el proceso de transmisión poco comprometido de la herencia artística y popular, en este caso. Las diferentes generaciones no hemos sido responsables trasladando ciertos conocimientos. Estamos pagando el pato por desentendernos de esta obligación. El pato de Dalí y el de muchos otros.
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