Raf Simons y Miuccia Prada se ha sumergido en el negro y en la sobriedad para vestir a la businesswoman del futuro de Prada.
La última pasarela ha sido un espectáculo cinematográfico basado en el voyeurismo. La persona encargada de conseguir tal despliegue ha sido el director de cine Nicolas Winding Refn, el proyecto "Touch of Crude" gira en torno al desfile SS23 de Prada, "Domestic Voyeurism", e incluso comienza fuera del desfile, ya que las invitaciones tenían una temática similar: pequeñas cajas negras con una mirilla que revelaban el lugar en el que se encontraban, denotando una vez más algo secreto e ilusorio.
La placa triangular de Prada marca los cuellos de las gabardinas y de los monos grises, y hace lo mismo en las nuevas paletas de colores. Pasando de los grises a los negros y después a los rojos y los blancos. Sedas y satenes por doquier que se adaptan a los cuerpos en semitransparencias. Los vestidos son arquitectónicos y juegan con el sentido de las ilusiones y de lo que se puede ver o no. El insinuar vale más que el mostrar.
La colección ha sido muy Raf Simons, muy de una mujer que trabaja, pero que quiere estar elegante a la par que seductora. La mujer del mañana ha llegado.
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