La maison italiana hace su primera incursión en la joyería fina con unas formas contemporáneas. Eternal Gold, una colección 100% reciclada.
Con formas arquetípicas -corazones, serpientes, cadenas-, suavizadas y minimalistas conjugadas con el icónico triángulo de Prada, que aparece como un pendiente de gran tamaño por sí solo, y como acento en eslabones de cadena, aros y cabezas de serpiente. En la campaña, la poetisa Amanda Gorman, la actriz Maya Hawke y la cantante Jeon Somi, referentes en la generación Z, muestran estas piezas.
Además de estar fabricados con oro reciclado certificado, cada artículo de la colección será totalmente rastreable, gracias a la tecnología blockchain. Cualquiera que compre, por ejemplo, un par de pendientes de aro, podrá conectarse al Consorcio Aura Blockchain (una plataforma fundada por LVMH, el Grupo Prada y Cartier el año pasado con el objetivo de aumentar la transparencia en el sector del lujo) para consultar la procedencia de cada aspecto de su compra. Y si esos mismos pendientes se transmiten a un nieto o se revenden dentro de 50 años, su nuevo propietario podrá verificar su autenticidad utilizando la misma plataforma.
En palabras de Prada, "esta transparencia radical sobre los orígenes, el abastecimiento y las cadenas de producción aporta una conciencia moderna a la joyería fina, cambiando las normas obsoletas de la industria para reflejar el cambio social". Esta colección significa un enfoque responsable y con visión de futuro del lujo, que seguramente atraerá a los fans de la innovadora y enigmática estética de Prada.
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