Nigo tira del archivo de Kenzo mientras dota de arte el desfile FW23. La historia de la maison en una misma colección.
El grupo de cuerda japonés 1996 Quartet, formado exclusivamente por mujeres, se sienta en el centro del escenario y las melodías resuenan. A medida que música repercute en la inmensidad, las modelos comienzan a descender en cascada por la pasarela roja, girando y doblándose con tal facilidad al son de cada nota.
En esta colección podemos ver la combinación entre el mundo de Nigo junto a las influencias de Kenzo Takada, una explosión creativa sin medida que dotan a cada una de las prendas cultura y estilo. Es como si viviésemos la historia a través de las prendas. Pasando de los rockers a los mods de los años 60 y 70.
Una combinación de azules marinos, naranjas brillantes, morados reales, amarillos y una gama de cuadros escoceses guían la colección al tiempo que permiten la experimentación individual de una pieza a otra. Desde las piezas de ante con piel de oveja, inspiradas en los tropos militares estadounidenses, hasta los nuevos tejidos inspirados en la técnica japonesa de acolchado sashiko, pasando por una variedad de lanas británicas, escocesas e italianas, jacquard y pana, cada prenda representa un tipo de celebración multicultural, desde su confección hasta la elección del material.
Derivado del de los samuráis, el uniforme de kendo también inspira los cierres de las chaquetas en forma de Y y las voluminosas faldas hakama con pliegues de caja interpretadas en tejido vaquero japonés. Los estampados más destacados de la colección -las rayas deslumbrantes de KENZO, las rosas y un collage floral- son también motivos de archivo de los años 80 reelaborados, con ligeras actualizaciones punk.
Nigo rinde homenaje al legado de Kenzo Takada reelaborando, reimaginando y sumergiéndose en looks de archivo en su propia creación de un armario impregnado de tradición, herencia e historia. La modernidad se une a la perfección con la tradición.
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