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HAIDER ACKERMANN: Un nuevo amanecer para TOM FORD

  • Foto del escritor: Redacción Folie
    Redacción Folie
  • 7 mar
  • 2 Min. de lectura

En la fragorosa elegancia de la Semana de la Moda de París, donde los reflejos de las luces parecen fundirse con el aire, un nuevo capítulo comenzó a escribirse en la historia de Tom Ford.

 


Haider Ackermann, bajo el hechizo de la ciudad de la moda, debutó con una visión que resplandece entre lo moderno y lo atemporal. Su primera colección en la pasarela, desvelada en la noche parisina, no fue simplemente un debut: fue una declaración, una invitación a un viaje que ya había comenzado, de manera silenciosa y poética.

 

Nombrado director creativo en septiembre, Ackermann asumió el desafío con una claridad serena: no seguir las huellas de su predecesor, sino forjar su propio sendero entre las sombras del legado. Su visión no busca ser un eco del pasado, sino una interpretación del presente que mire al futuro con la frescura de la luz matutina. En sus palabras, no es un creador de "provocaciones vulgares ni excesos", sino un tejedor de sentimientos, un narrador de tiempos nuevos. No es el deseo de copiar lo que fue, sino de dar forma a lo que podría ser.

 

Y así, su colección de otoño 2025 se despliega como un poema de contrastes delicados, donde el cuero, tan seductor como puro, se convierte en la tela de una nueva narrativa. Prendas estructuradas, pantalones que hablan de la elegancia sin esfuerzo, chaquetas longline que caen como una melodía sutil.

 

Cada pieza parece respirar, vibrando en el aire como si su esencia estuviera viva. "Al entrar en la casa que Tom Ford construyó, sentí su espíritu, su energía en cada rincón", dice Ackermann. "Él es la vida nocturna, el brillo efímero de la fiesta; yo soy la quietud de la mañana siguiente, el momento de reflexión. Juntos, es donde comienza nuestro baile”.

 

La colección, más que un homenaje, es una danza entre el respeto y la renovación. Haider Ackermann, con su arte único, ha abierto una puerta hacia lo desconocido, donde la elegancia y la audacia bailan al ritmo de una melodía nueva, y donde Tom Ford sigue siendo el faro que guía, aunque ya no sea el único.

 

 

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