No nos engañemos, Hollywood no es tan bonito como lo pintan. No es ese lugar mágico donde todos y cada uno de sus habitantes son fabricantes de algodón de azúcar. Incontables son las enemistades entre los que gobiernan el papel couché. Tanto es así que hemos escogido solo las más sonadas...
ETERNAS RIVALES
La pelea más recurrente cada vez que se habla de este tema es la que hubo entre Joan Crawford y Bette Davis. Legendaria fue su pelea durante la grabación ¿Qué fue de Baby Jane? en 1962. Según ellas su relación fue siempre una balsa de aceite pero jamás consiguieron engañar ni a la prensa ni al gran público. La tensión entre ellas era latente y las malas lenguas aseguran que poco faltó para llegar a las manos.
¿LA GORDOFOBIA DE LAGERFELD?
Cuando el legendario maestro de la costura hablaba, subía el pan. Y claro, más aún si de la persona de la que hablaba es una de las cantantes más reconocidas del siglo XXI. La llamada a ser la nueva Aretha Franklin, Adele. En un intento de ser políticamente incorrecto acusó a la británica ganadora seis Grammy de tener sobrepeso, como si hubiese algo malo por ser un referente curvy. Obviamente la respuesta de Adele se llevó ovaciones por doquier ya que dijo alto y claro: “Jamás he necesitado de mi apariencia para triunfar. Me siento muy feliz con mi cuerpo, gracias”. Elegante y concisa a partes iguales.
TAYLOR CONTRA EL MUNDO
Es bien sabido que Taylor Swift cuenta con tantos enemigos como zapatos en su armario. Desde Katy Perry y su pelea de gatas por un bailarín, hasta Kanye West (y la familia Kardashian al completo) por sus constantes insultos a la princesa del Country popero pasando por Justin Bieber (ex de su BFF Selena Gómez) o cada una de sus ex. A todos sus enemigos les hizo la canción Look what you made me do a modo revancha, ya que ella siempre ha permanecido ajena a las habladurías y nunca ha querido dar más carnaza. Ella con su squad ya tiene suficiente. Serpiente la llamaban y en serpiente se convirtió.
ZAPATERO A TUS ZAPATOS
Sir Elton John siempre ha presumido de ser un personaje variopinto allá por donde fuere. Pero una cosa es ser variopinto y otra cosas es sacar la lengua viperina a relucir. No tiene nada que ver. Y ahí está el curioso caso en el que el pianista más reconocido desde los años 80 ha proferido lindezas varias sobre la eterna reina del Pop, Madonna. De ella ha llegado comentar que es una fracasada, que parece una stripper de segunda y que no es capaz de emitir ningún sonido decente con su voz. Ácido e irreverente como es él. La respuesta se está haciendo esperar por parte de la creadora de auténticos hits como Like a Virgin.
¿ALGO MÁS QUE SEXO?
Cuatro mujeres en la gran manzana al borde de un ataque de nervios que se desahogan, comparten vivencias y hablan sobre hombres y demás menesteres alrededor de un Manhattan. Todo parece idílico pero no olvidemos que es ficción. En el mundo real tres de las cuatros protagonistas odiaban a la restante, Sarah Jessica Parker. ¿Y esto por qué? Kim Cattrall lo explicó no hace mucho tiempo. En palabras de Kim, la actriz que daba vida a Carrie Bradshaw era una diva caprichosa en los rodajes y no querían soportarla ni un minuto más. Parece ser que más que sexo hubo malas palabras.
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