El ABC de la moda y de que todo está ya inventado no es algo que tengamos que repetir hasta la saciedad. Ya se sabe. Lo que no se sabe y se desconoce es que existen diseñadores como Elena Vélez que van a cambiar por fin la industria de la moda.
La que fuese una diseñadora sobresaliente en la Parsons School of Design supo que desde que dejó los libros de esta prestigiosa escuela lanzar su propia firma de la manera tradicional no iba a ser un camino de rosas. Hay mucha gente para tan poco pastel.
Por eso mismo pensó en crear su negocio a través de Ssense (un minorista multimarca que se especializa en la venta de moda de diseñador y luxury streetwear) priorizando las colaboraciones y la artesanía. Vélez ha conseguido aunar a una comunidad de artesanos de su ciudad natal de Milwaukee, Wisconsin, donde espera algún día establecer su centro de producción.
"Me di cuenta de que, si vas a crear moda auténtica, tienes que crear una comunidad original de personas que puedan crear esa moda. Conmigo trabajan mis amigos que trabajan en fábricas o mi madre que trabaja en un astillero” dijo en una entrevista reciente a BoF.
La diseñadora de 27 años presentó su colección Primavera / Verano 2022 "Year Zero” en su primer desfile durante la Semana de la Moda de Nueva York en septiembre.
La colección explora los entresijos de la dualidad. El desfile se celebró en un almacén del Lower East Side. Una fantasía sobre nombrada como "delicadeza agresiva" lograda gracias al uso de velas de barco recuperadas, acero reutilizado, látex, PVC, gasa de algodón y acrílico.
“Year Zero” es la primera que realmente estará disponible para comprar cuando se lance en Ssense en enero. Hasta ahora, solo ha ofrecido sus piezas a clientes privados, que han incluido estrellas del pop como Rosalía o Solange que buscan outfits distintivos en el escenario.
Pero ahí no queda la cosa. Desde febrero comenzará a lanzar colaboraciones con diseñadores y artistas emergentes. Desde joyas hasta muebles con unos rangos de precios inferiores a su colección ready to wear. Por tanto, su modelo de negocio es nítido. Combinará dos colecciones ready to wear al año, colaboraciones mensuales con artistas emergentes junto a encargos especiales de celebrities. Una suma de exponenciales que le auguran un futuro prometedor más allá del sota, caballo y rey del universo de la aguja y el dedal.
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