Una vez, una persona que le había amado con locura le había escrito una carta absurda, que terminaba con estas palabras de idolatría: «El mundo ha cambiado por estar hecho tú de marfil y de oro. La línea de tus labios escribe de nuevo la historia».
De pronto sintió asco de su belleza, y arrojando a tierra el espejo, lo desmenuzó en añicos de cristal y plata bajo sus talones. Su belleza había sido lo que arruinara su vida; su belleza y la juventud implorada. Si no hubiera sido por ambas cosas, su vida se habría visto libre de toda mácula. Su belleza solo había sido para él una máscara, y su juventud una irrisión.
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Photo @diego.s.ballesteros
Model @kingricar4
Agency @dearsociety.mgmt
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