DRIES VAN NOTEN y su apoteósico adiós

Dries Van Noten se despidió en París de su ilustre carrera de 38 años al frente de su marca homónima.

El anuncio de su marcha se hizo el pasado mes de marzo. Amigos y fans de toda la vida peregrinaron a un almacén a las afueras de París para presentar sus respetos, el mismo lugar donde Van Noten desfiló su 50ª colección en octubre de 2004.

"Hoy me he puesto un traje de Dries que compré cuando era estudiante en Amberes, pero luego he descubierto que ya no tengo la misma talla que cuando era estudiante", dijo Glenn Martens. Fue uno de los muchos que se vistieron, o al menos lo intentaron, de acuerdo con el tema del evento. La conexión emocional que la ropa de Van Noten inspira en muchos quedó patente. "Es una prenda que nunca tiraría", continuó Martens. "Es de lana marrón con bordados de perlas amarillas. Es precioso. Como todo el mundo, voy a ir a la tienda esta próxima temporada para hacerme con las últimas piezas porque voy a echar mucho de menos esta perfección y esta poesía”.

Afortunadamente, Van Noten seguirá supervisando la venta al por menor en su nuevo cargo, así como la belleza y otros proyectos especiales. Aún no se ha nombrado a su sucesor.

"No quería hacer ropa vieja, ni cosas que parecieran viejas", dijo Van Noten a la prensa entre bastidores. Pero, por supuesto, hubo guiños al pasado, en concreto a las firmas de Dries Van Noten, como los trajes oversize, los colores vivos, los estampados atrevidos y los adornos delicados. Algunos looks llevaban suminagashi, una técnica milenaria de estampado japonés que se traduce como "tinta flotante". Un puñado de tops de organza transparente también "atrapa recuerdos", en palabras de Van Noten.

Cuando Van Noten hizo su última reverencia, el público no dejó de aplaudir en una amalgama de emociones.