Diesel ya conquistó a todos antes del desfile. Glenn Martens vio imprescindible enviar un juguete sexual con su invitación. Y claro ya ahí sumó muchos puntos sin haber visto ninguno de sus diseños.
La semana de la moda de Milán ha acogido el desfile de la tan laureado e impertérrita Diesel. Creando una moda muy democrática basada en el Y2K, véase la gran época de gloria de la firma. La colección SS23, que se inclinó por los temas de la subversión y la experimentación, se completó con pantalones de tiro bajo y cinturones oversized, todo ello en clave denim en todas sus formas y colores.
"Quería abrir Diesel al público, a las personas que nunca habían asistido a un desfile de moda. Se merecen un espectáculo, así que hemos batido el récord de la mayor escultura hinchable del mundo. Es lo que creo sobre la moda y el estado de ánimo: todo el mundo puede formar parte de Diesel", afirma Glenn Martens, director creativo de Diesel, en un comunicado de prensa.
Entre las piezas más destacadas de la colección se encuentra un abrigo artesanal confeccionado con 15.000 etiquetas Diesel desgastadas, junto con piezas de gafas Diesel realizadas en colaboración con Essilor Luxottica. Por otra parte, la colección incluye una gama de tacones vaqueros, botas de charol con D metálicas y, por supuesto, el codiciado bolso 1DR. Vamos un espectáculo digno de mención que nos ha dejado con muchas ganas de más.
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