‘‘Cuando trato de entenderlo todo, no entiendo nada’’: AUTOESTIMA ERÓTICA

¿De verdad eres consciente de cuánto valoras al resto de tu persona? Esta pregunta da pie a una pequeña parte de lo que puede tratar el siguiente artículo, y es que la autoestima erótica (ya sean en relaciones homo o heterosexuales) es algo de lo que no muchos se han atrevido a hablar. ¿De qué clase de autoestima estamos hablando? ¿Crees que no tienes suficientes ventajas para ligar? ¿Cómo puedo ponerme en valor a mi mismo y deshacerme de todos esos gañanes que no hacen más que destruir mis relaciones?

Si ahora mismo me pongo a hablar sobre cómo ligar con una hormiga o de los tipos de himen que puede llegar a existir, ¿qué pensarías? Lo primero que sé es: no entiendo nada, y seguidamente dejaríais de leer el artículo muy probablemente. Así me quedé cuando mi profesor de diseño especulativo comenzó a hablarme acerca de una tostadora que no funcionaba como debía, y sobre diferentes teorías de investigación a través del diseño. ‘‘Cuando trato de entenderlo todo, no entiendo nada’’, fue lo primero que pensé, y enseguida pude asociar esta frase con lo estúpidxs que somos a veces cuando se trata de relaciones y chicos.

Entras en un club con tus amigos, y si no eres de esos que sale para disfrutar de la fiesta (algo de lo que ya podremos hablar en alguna otra ocasión), comienzas a obsesionarte con alguien que parece ser que quiere ligar contigo esa misma noche y tu lo deseas. Crees que dejar de lado la soltería te puede abrir un camino hacia compartir lo mejor de ti con otra persona el resto de tu vida, pero hay un obstáculo: ¿soy lo suficientemente buenx como para que algo así pase?¿y si me voy con el primero que pille? 

‘‘NO SE ELEGIR BIEN, NO TENGO UNA BUENA AUTOESTIMA ERÓTICA’’

Para poneros en contexto, lo primero que debemos hacer es situar sobre la mesa de qué tipo de autoestima estamos hablando. Estoy seguro de que sabes perfectamente lo que significa tener o no autoestima, pero lo que dudo un poco es si sabías que habían varios tipos: profesional, erótica, social, etc… Lejos de profundizar en cada una de ellas, nosotros nos centramos en la autoestima erótica y en todo lo relacionado a relaciones, comportamientos y también hábitos.

Según Gabriel J. Martín, la autoestima erótica se refiere a toda aquella valoración que te das a ti mismx en torno a tu aspecto físico, y tus capacidades de gustar a la gente (sexualmente hablando). Además de esto, también existe el término ‘‘autoestima general’’, el cual se refiere a la media obtenida del resto de tipos. Por ejemplo, si mi autoestima profesional es de 9, mi autoestima social es de 8, y mi autoestima erótica es de 4, el promedio sería (9 + 8 + 4) ÷ 3 = 7, un aprobado. Sin embargo, si cada tipo de autoestima tiene un peso distinto, la fórmula sería [(9*2) + (8*1) + (4*5] ÷ (2 + 1 + 5) = 5,75, un aprobado justo.

No es que no sepas elegir bien, es que crees que estas eligiendo a lo último en tu lista, y a la vez, a lo que probablemente más le gustes, pero la pregunta es ¿a ti te gusta? Si tienes la maldita idea de que para gustar a alguien te tienes que asimilar… estás completamente equivocadx. Me dirijo principalmente a las relaciones homosexuales, las cuales suelen resultar mucho más complicadas precisamente por este factor. Un chico heterosexual que trata de cautivar a una chica, no puede implantarse tetas para parecerse a ellas, ahí esta la respuesta. Aunque pienses que los heterosexuales no sirven de ayuda en la mayoría de los casos, fíjate en esto porque es el ejemplo perfecto. En las relaciones homosexuales debería de pasar lo mismo, te tienes que gustar a ti mismo y estoy seguro de que habrá alguien a quien le guste tu aspecto y personalidad, es cuestión de complementación (y no de apariencia física).

‘‘VENTAJAS COMPETITIVAS’

Gran parte de nuestra vida está basada en la competencia, y quien diga lo contrario está equivocadx (o al menos que me haga entrar en razón). En cuanto a las relaciones, depende mucho del prototipo de chico o de chica que más te guste, en ese caso las ventajas competitivas de tus pretendientes serán una u otras. Por ejemplo: si estás coladitx por un chico a quien le atraen mucho las barbas, evidentemente tendrán ventaja competitiva aquellos que tengan barba antes que tú, y por eso no tienes que entrar en un bucle o perder autoestima.

Según Shelley Pursell, ‘gracias a las ventajas competitivas, tienes una base para construir tu propuesta de valor: ese aspecto (o varios aspectos) que convierte tu producto o servicio en la opción más conveniente para tu público meta’. Todo esto es igual si hablamos de ligar con alguien que te gusta, aunque, al igual que las empresas tienen su propio target, todos nosotros también.

MASCULINIDAD TÓXICA

La masculinidad tóxica ¿quién no ha oído alguna vez hablar sobre esto? Actualmente, este es un tema del que muchos se han aprovechado para hablar, generando un amplio debate en diversas industrias, incluida la moda. Un ejemplo destacado es Palomo Spain, un diseñador que desafía las diferencias tradicionales de género y promueve una visión sólida de la identidad masculina.

Debemos guardar en nuestra mente que como homosexuales o mujeres heterosexuales nos gustan los hombres, pero una de las preguntas que muchos aún no saben cómo contestar es ¿qué es un hombre? ¿porque hay hombres que gustan tanto y hombres que apenas gustan? ¿cómo debería de ser el cuerpo perfecto de un hombre?

Es bastante interesante hablar de cómo el canon estético de los cuerpos masculinos apenas ha evolucionado o lo poco que se ha tenido en cuenta a diferencia que el de las mujeres (del cual ya podremos hablar en algún otro momento). A lo largo de la historia, la naturaleza ‘‘ha favorecido’’ a aquellos hombres que son más corpulentos y fuertes, y aunque estos cuerpos suelen considerarse ideales, esta visión es limitada. La masculinidad tóxica ha surgido como resultado de esta idealización, llevando a la desvalorización de aquellos que no cumplen con estas normas, ya sean más delicados o menos fuertes (por decirlo de alguna manera). Todo esto ha provocado que se deje de lado la inteligencia que requiere un verdadero hombre, lo que realmente consideramos un hombre perfecto: ¡alguien con dos dedos de frente!

‘‘¿Esto es lo mejor que un hombre puede tener?’’, ‘‘Los niños serán niños’’, así decían algunas afirmaciones de uno de los mejores anuncios que Gillette nunca antes había lanzado. Bajo el título de ‘‘El mejor hombre que podría ser’’, el corto desafía a los hombres a acercarse a lo mejor de ellos mismos, ayudándose así los unos a los otros y concienciando de lo que está bien y de lo que está mal.

¡CÓMO ACABAR CON TODO ESTO!

¿De verdad me estáis preguntando a mí cómo acabar con todo esto? Es algo que no está ni en mis manos ni en la de nadie en concreto, sino que debemos trabajar toda nuestra comunidad en ello. Sin embargo, sí que he podido investigar acerca de algunos tips que pueden ayudarnos a tener una mente algo más abierta.

Todo esto consiste en trabajar el gran número de prejuicios sobre la sexualidad en general, de los cuales no muchas veces se han hablado. Recoge algún dato que desafíe esos prejuicios y hazte algunas preguntas como las que yo te propongo: ¿qué argumentos respaldan este prejuicio? ¿Qué datos lo contradicen? ¿Este prejuicio contribuye a tu autoaceptación? ¿Te genera tranquilidad o ansiedad?

¡Es hora de cuestionar los estereotipos corporales y mandarlos a la mierda! (o al menos intentalo). De acuerdo con un escrito de Bel Olid: ‘‘la belleza es una convención social y una expectativa de cómo tienen que ser las cosas’’. Por lo que es mejor no hacer mucho caso de lo que nos propone el body positive y ni por la idea de que debemos encontrar nuestra propia belleza. Regresando al enfoque principal: "encontremos el verdadero valor de nuestra persona’’.

Podemos modificar nuestra complexión física e incluso personal con paciencia y esfuerzo, pero mientras debemos valorarnos y aceptarnos tal y como somos. Nuestra autoestima erótica es la que mayor peso tiene en la balanza, y por eso debemos cuidarla nosotros mismos.