“Soy muy de escucharme y si te escuchas puedes llegar a perderte”
José Pastor (7 de febrero de 1996, Málaga) ha llegado para quedarse. Tal y como lo lees. Más bien que te aprendas su nombre y apellidos ya que aquel niño de Ciudad Jardín se convertirá en un icono. Al tiempo. De momento ya se ha puesto en la piel de una de las grandes figuras de la canción y del papel couché español, Miguel Bosé.
Con una gracilidad y arte que corre por sus venas ha conseguido cautivarnos con sus movimientos, voz y sentimiento en “Bosé”. Y nos hemos quedado con ganas de ver más. Tendremos que esperar a que sus dos próximos proyectos vean la luz. En el mientras tanto nos hemos deleitado con su don de palabra en una conversación de recién conocidos que parecen amigos de toda la vida. Es lo que tiene hablar con un ser con una ternura palpable que te acoge y te hace sentir en casa. Con José hemos hablado de la masculinidad, del eterno aprendizaje y de como siempre habitará Joselito dentro de él. Desde ya mismo nos declaramos fan incondicionales de José Pastor.
LA TERNURA EN EL SER
“Es importante que la gente vea a tíos como Eduardo Casanova”
¿Cuándo supiste que te querías dedicar al entretenimiento?
Tengo varios momentos clave. Quise hacer musicales cuando vi “Los miserables”, pero no sabía que me quería dedicar a eso. Me cogieron en un grupo de teatro musical para hacer “La pequeña tienda de los horrores” amateur y antes de estrenar hicimos un concierto para recaudar fondos y canté el lamento de Jack de “Pesadilla antes de Navidad”. Cuando el público aplaudió, sentí una cosa muy muy fuerte que no había sentido antes y ahí dije: ‘Aquí pasa algo’ y me dijeron que me presentase a la ESAD y al final me presenté, pero ahí no lo tenía tampoco decidido. En el segundo año de la ESAD vine a Madrid un curso con John Strasberg y ahí me cambió el chip porque hasta ese momento era todo mucho disfrute y mucha magia de descubrir que es el teatro y cómo funciona. Tras esto dije: ‘100% esto tiene que ser mi vida y me voy a dedicar a esto pase lo que pase y si tengo que pasarme 10 años trabajando en otra cosa que no sea esto, pero enfocado a esto, lo haré’.
¿Cómo llevas los “NO” tras un casting?
He tenido una época que los llevaba muy mal y he tenido que aprender a lidiar con el “no”. Ahora lo llevo bien. Siempre intento hacerlo lo mejor que puedo y con todo el cariño que me permita ese momento y después de todo mi esfuerzo lo que venga no depende de mí. Es que puedo hacerlo increíblemente bien y que no les cuadre mi cara en ese personaje, no me vean para ese papel o puede que no sea mi momento.
He hecho pruebas que me han enseñado muchísimo. Hice la prueba para “Hasta el cielo” y me dije que necesitaba encontrar más vulnerabilidad y entonces entré en la escuela donde sigo estudiando.
¿Sigues preparándote?
Sí, todo el tiempo. Cuando dejo de trabajar me apuntó a todo lo que puedo, ocupo mi agenda.
¿Por qué es eso?
Porque nunca estás listo al 100%.
¿Te da miedo parar en algún momento?
Sí, claro. Llevo mal el estar quieto. A nivel mental no me viene bien y siempre busco cosas.
El porcentaje de actores que trabajan es muy pequeño…
Muy, muy bajo. De hecho, tengo amigos que son grandes actores y se están comiendo los mocos. Cuando llegue el momento de quedarme sin trabajo, seguiré formándome y cuando me quedé sin pasta para vivir, trabajaré de lo que sea.
¿Tienes miedo a que te endiosen? ¿Tienes miedo a que este papel de un icono intergeneracional te ponga en un pedestal y luego desciendas a los infiernos?
No me da miedo subirme yo porque creo que tengo las cosas muy claras y sé cómo funciona esto y sé que este trabajo no es cosa de una persona, de una estrella. Este trabajo es una industria donde todo el mundo hace su función y hoy estoy yo y mañana estará otra persona. Si en algún momento llegó a tener muchísimo éxito lo disfrutaré, pero no creo que se me vaya la olla. Que otra gente cambie su prisma y entonces me empiecen a ver como no sé qué, si me da un poco de miedo porque te tratan diferente y cuando hablan contigo ellos se creen cosas que no son reales. Estás hablando con un tío normal que ahora mismo está haciendo el protagonista de esta serie, pero soy un tío normal.
Hay un cierto halo de focos y brillos que envuelven al séptimo arte y hay muchos productos que convierten a estrellas a gente muy novel, ¿qué hay después de este producto?
Es que eso no es real y cuando la gente a lo mejor crítica a personas que llegan muy jóvenes y pierden un poco el centro, también hay que estar ahí. Es muy difícil no perder el foco cuando tienes 20 años y todo el mundo te dice todo el rato lo increíble que eres, te invitan a todas partes, estás ganando pasta sin parar y te regalan cosas… Hay un momento en que por muy bien que tú tengas la cabeza… se te va. Por mucho que seas quien seas, no puedes hablar mal a la gente, no puedes tratar mal a las personas porque no eres mejor persona que nadie y para eso están los amigos y la familia. Para darte una colleja y decirte: ‘escúchame que tú eres José Pastor ahora, pero eres Joselito también, vienes de Ciudad Jardín y no siempre has estado en el foco así que vuelve a la tierra’.
¿Cómo viviste el momento en el que pensaste que tendrías que trabajar de otra cosa o el tener que volverte a Málaga?
Mal. A mí me salió “La otra mirada” y los colegas lo primero que te dicen: ‘buah de aquí no vas a parar de trabajar…’ y yo decía: ‘que no chavales’, pero hay algo dentro que se te queda. Y piensas que igual sí, que igual trabajas muchísimo. Cuando acaba la serie y ves que no es cierto… Te empiezas a enfrentar realmente al “no” y se te jode la autoestima. Recuerdo que ese ese verano me fui a Málaga y pasé mucho tiempo con mi familia y rodé “Al óleo”, un proyecto con gente que está empezando y con muy poco dinero. Entonces no estaba ingresando dinero, me volví a Madrid, me apunté a un curso y dije: ‘Tengo para un mes’. Estaba haciendo en ese momento un curso de máscara neutra en una escuela de teatro físico de Madrid y un día me llamó Maite (representante) y me dijo que me querían para “Acacias” … Pude respirar. Al haber pasado por esto he aprendido muchas cosas.
¿Te ha ayudado Miguel Bosé a afrontar el personaje? ¿Ha metido tijera?
Una vez comienza el rodaje de la serie, él se desvincula y no ve nada de lo que se está haciendo. Una de las productoras, Macarena, me grababa ensayando las canciones y se lo mandaba.
¿Le ha gustado la serie?
Creo que sí. La última vez que hablé con él no la había visto entera, pero las cosas que había visto si le había gustado mucho y me felicitó a mí y a Iván. Decidimos (dirección producción y actores) que construiríamos a Miguel con gente que lo conocía, pero no con él.
¿Te has planteado dedicarte a la música?
De hecho, la idea de dedicarme a la música vino primero.
¿Qué pasó?
Estoy trabajando en ello. Estoy hablando con muchos amigos, buscando cosas, componiendo, pero tengo que decidir bien qué tipo de cantante o de músico quiero ser.
¿En qué género musical te ves?
Es que ese es el problema. No sé, sería pop, pero no sé qué tipo de pop. El rap me mueve muchísimo también. Tengo que pararme bien a pensar y ver el género por el que tirar.
¿Ha sido difícil interpretar a Miguel Bosé?
Sí, pero ha sido muy divertido. Es que es un personaje muy divertido, muy profundo y me lo he pasado súper bien.
¿Te ha costado interpretar a otro personaje LGTBIQ+?
No, porque son personajes que aman y sienten como yo. No entro en conflicto ahí.
¿En qué más vamos a poder verte en 2023?
Es que no te lo puedo decir. Puede que en verano se estrene algo y al final de año se estrena otra cosa. Justo acabo de terminar estas dos series.
¿Qué papel matarías por hacer?
Spider-Man. Es mi sueño.
¿Qué os pasa con los superhéroes?
Han formado parte de mi crecimiento.
¿Con quién te gustaría que te comparasen?
Me muero si alguien me compara con DiCaprio o con Joaquin Phoenix…
¿Dónde te ves dentro de cinco años?
No sé dónde me veo mañana… Me veo en Madrid probablemente, pero me encantaría verme en Los Ángeles.
¿Alguna vez te has sentido perdido recientemente?
Sí. Me siento perdido todos los días, lo que pasa es que me encuentro. Soy muy de escucharme y si te escuchas puedes llegar a perderte.
¿Has querido dejarlo en algún momento?
Estos dos años primeros de la ESAD muchos días, pero en el momento que llegué a Madrid hice el clic y ya nunca más.
He leído que escribes poesía.
Sí, lo que pasa es que hace mucho que no escribo.
¿Te atreverás a publicar?
Si me sale algo de lo que esté orgulloso por supuesto. Son cosas que leo y me gustan, pero me gustan porque en su momento capturaron un momento, una sensación, pero no sé si le puede interesar a alguien. El primer año que estuve con mi ex, cada vez que nos veíamos escribía un resumen del día, pero de forma poética. Acumulé todo eso en un libro de unas 200 páginas y se lo regalé.
¿Hay algo que no sepas hacer?
Sí, claro. No sé hacer snow, no sé hacer trucos con el skate, cocinar se me da un poco mal y soy malísimo jugando al fútbol. Bueno, cualquier deporte que vaya con un balón soy muy malo.
¿Cómo eres?
Sensible, tierno y le doy mil vueltas a las cosas.
¿Qué vería ahora en tu habitación?
Ahora mismo a mi gata y mi cama deshecha.
¿Y más tarde?
Probablemente esté o tocando el piano o leyendo.
¿Cuál ha sido el último libro que has leído?
Me estoy leyendo “La insoportable levedad del ser”. El último que he terminado es
“El peligro de estar cuerda” de Rosa Montero.
¿Qué es para ti ser influyente?
Que una acción que hagas tenga una repercusión directa en la gente, ya sea porque te admiran o porque te odian. Ser influyente es un poder.
¿Te gustaría ser odiado?
No. Estar en el foco conlleva que haya gente que te odie simplemente por exposición y por probabilidad, pero no me gusta. Lo paso muy mal cuando noto que le caigo mal a alguien.
¿Qué te hace feliz?
La música, llorar viendo una película, los gatos y los perros y la gente que canta.
¿Lloras mucho?
Lloro menos de lo que me gustaría.
¿Te han roto muchas veces el corazón?
Siendo sensible te lo pueden romper con nada y luego te lo pegas o luego te das cuenta de que no te lo habían roto. Soy muy sufrido con las relaciones.
¿Y con la decepción?
No la llevo bien.
¿Te han decepcionado mucho?
Sí. Lo he sentido muchas veces.
¿Qué no volverías a hacer nunca?
Unas cuantas cosas. No hacerlo bien con alguna ex pareja.
¿Has sido infiel?
No, nunca.
¿Cómo eres cuando nadie te ve?
Soy muy lento, hago todo muy lento.
¿Cuánto tardas en hacerte la comida?
En eso poco porque me impaciento, pero todo lo demás… Tardo mucho en ducharme, en lavarme los dientes…
Si alguien quiere seducirte con una cena, ¿qué debería cocinar?
El simple hecho de que me cocine ya me ha ganado. Aunque una lasaña…
¿Cómo seduces?
Básicamente lo que hago es mostrarme tal cual soy. Muy tierno y sin hacerme el chulo. No me suele funcionar ya que funciona más hacerse el chulo. Es que no lo puedo evitar, si alguien me gusta no me ando con rodeos.
Algo que no soportas.
Que hablen muy fuerte y la gente borde que te habla mal.
Algo sobre ti que muy poca gente conozca.
Hago Kung Fu.
¿Algún crush famoso?
Clara Galle. Sydney Sweeney también.
¿Te van rubias?
Depende de la época. Mi ex es muy morena.
¿Cómo describirías tu relación con la moda?
Es curioso esto porque estoy como empezando a meterme en el mundo de la moda y a vestirme conscientemente. Siempre me ha gustado cuidar como me visto, pero no siempre lo he hecho bien. De hecho, en mi primera premiere en Madrid de “La otra mirada” fui muy mal vestido. Cuando he visto alfombras rojas veía a las chicas que eran una fantasía, con una libertad creativa y una forma de expresión muy abierta. Sin embargo, veía a los chicos en traje. Llevamos desde 1919 vistiéndonos igual y hubo un momento, no recuerdo cuando, que pensé que si algún día tenía una exposición social quería vestirme diferente. Entonces ahora lo estoy intentando.
Hay grandes referentes como Harry Styles, Timothée Chalamet, Alberto Velasco o Eduardo Casanova… ¿quieres ir por ahí?
Hay gente que ha allanado el camino. Igual no me habría atrevido si no hubiera visto que se puede. Es importante que la gente vea a tíos como Eduardo Casanova.
¿Te vas a atrever?
Lo estoy intentando. Estoy buscando un camino.
Siendo objetivamente guapo, ¿tienes miedo a que muchos papeles y muchas de las cosas que te surgen en la vida sean por tu belleza?
Es una rayada generalizada cuando te empiezan a dar papeles de galán, pero al final son inseguridades. Si estás ahí, da igual, estás ahí y te han querido a ti, así que haz tu trabajo lo mejor que puedas. Piensas que a lo mejor te cogen por eso, que no eres tan buen actor como otro y solo quieren tu cara. Al final en estos casos da igual, porque tu cara es la que es, entonces puedes o revolverte o explotarlo y seguir aprendiendo para ramificar el espectro de personaje y poder hacer otras cosas cuando te den la oportunidad.
¿Tienes algún complejo físico?
No me gustan mis entradas.
¿Cuál es tu mantra?
Muchas veces me dan ataques de inseguridad heavy y me he dado cuenta de que me ayuda decirme que soy el puto amo. Lo digo antes de actuar, no para parecer altivo, simplemente para creerme lo que hago.
¿Has tenido el síndrome del impostor?
Claro. Con “Bosé”. Pensaba en el porqué me habían cogido cuando hay gente que actúa, canta y baila mejor.
¿Fama o dinero?
Es que la fama va con dinero.
Hay gente muy famosa que no tiene dinero.
Dinero entonces.
¿Te consideras libre?
Sí.
¿Qué es para ti la libertad?
Actuar sin miedo.
¿Tienes algún tabú?
Creo que no.
¿Qué te gusta mostrar en las redes sociales?
Me gustaría mostrar cosas artísticas, pero creo que a veces muestro más mi imagen de lo que me gustaría. La música también me gustaría mostrarla más.
¿Qué opinión tienes sobre las redes sociales?
Son peligrosas.
¿Te han hecho daño a través de ellas?
No, me he hecho daño yo mismo porque llega un momento en que si no subes algo, no existes. Entonces nace la ansiedad porque no estás subiendo porque estás viviendo, estás ocupado en vivir. Me obsesiona mucho mirarlas todo el tiempo, si no lo hago tengo un poco de FOMO.
¿Tienes miedo a ser olvidado?
Sí, un poco. A que un año sea muy conocido y luego nadie se acuerde. Sería mala señal.
¿Cuál es tu consejo para aquellas personas que sufren rechazo por ser quiénes son?
Que confíen en su esencia y en lo que tienen. La esencia de cualquier persona es maravillosa y lo que tiene que hacer es sacarse afuera y que brille.
¿Hay algún activismo en el que te gustaría verte involucrado?
Hay muchos, pero en realidad no me puedo decantar. El mundo refugiado me toca mucho y el mundo animal también. Lo que pasa es que me pone muy triste hablar de esas cosas porque es tan complicado…
Si ahora mismo te diese el poder de hablar a los 8 billones de personas que están en el planeta con un altavoz enorme, ¿qué dirías?
Espero que no me den ese poder nunca la verdad.
Hemos hablado de salud mental, ¿es necesaria para ti?
Muy necesaria. Voy a terapia una vez por semana.
¿Qué son para ti las etiquetas sociales?
Una mierda.
¿Te han etiquetado mucho?
Sí, supongo que sí. Las etiquetas te encasillan y aunque tú no quieras encasillarte, lo acaban haciendo y tienes que hacer un esfuerzo para salir de esa etiqueta.
¿Qué opinas de aquellos que critican la feminidad en el hombre?
Que se busquen una vida y que se miren a sí mismos en vez de mirar a los demás. Que dejen ser.
¿Tienes miedo a la cancelación?
Sí, pero espero no cagarla nunca.
Voy a hacer un juego. Te voy a decir una palabra y me tienes que contestar con lo primero que se te venga a la mente.
Feminismo.
Libertad.
LGTBIQ+.
Amigos.
Racismo.
Fatal.
TEAM
Model: José Pastor / @josepastorr_
Photographer: Adrián Nucelaar / @adrian_nucelaar
Stylist: Zara Garo / @zaragaro
Stylist Assistant: Marta Gutiérrez / @martagu28
Hair stylist: Iñigo Gómez by MÖN ICON TEAM / @inigobeauty
Editor in Chief: Pablo Aragón / @pabloaragon
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