Son las 11 de una mañana de diciembre en un pueblo recóndito de Madrid. Un frío que entra en todos los poros de la piel y un hábitat natural en el que la gran actriz Adriana Ugarte (17 de enero de 1985 en Madrid, España) se siente como en casa. Ante nosotros una mujer que ha trabajado con Almodóvar en “Julieta” y que ha sido un referente gracias a sus personajes en “La señora” o “El tiempo entre costuras”, pero cuya humildad no ha desaparecido.
Con una profundidad y naturalidad propios solo de los grandes genios ha hablado sobre la finitud de la vida, sobre su activismo centrado en preservar la vida ya sea humana u animal y nos ha comentado que convive de la mano con el eterno síndrome del impostor. Hemos podido ir más allá y conocer el alma y el aura de Adriana Ugarte. El destello que ha dejado traspasa los confines de la tierra. Con todos ustedes uno de los referentes del cine español.
BELLEZA Y SENSIBILIDAD
“El amor es amarte y que te amen a pesar de todo”
¿Quién es Adriana?
Me parece que nos pasamos la vida en terapia tratando de responder esta pregunta y nos morimos sin saberla. Un ser humano trata de conocerse y abrazarse con todo, cada día más, porque sabe que esa es la única manera de lograr el nivel de compasión y de compromiso con el mundo y con el universo que desea y que persigue.
¿Cuándo supiste que querías ser actriz?
Desde pequeñita. A los 5 años más o menos.
Tan pronto, ¿o sea, es vocacional 100%?
Sí, sí, la verdad es que sí. Fue como un cosquilleo muy fuerte. Mis padres ya eran muy cinéfilos y cuando éramos pequeños nos llevaban mucho al cine. En casa no se veía mucha tele, pero a mis padres les gustaba mucho el cine y querían transmitirnos esa pasión desde el principio. Cuando apagaban las luces en la sala sentía un cosquilleo en el estómago. No sabía qué era, pero me llamaba mucho la atención. Quería estar dentro de esa pantalla haciendo algo.
Si no me equivoco, te apartaste de la industria durante un tiempo. Estuviste dos años alejada de Madrid, ¿verdad?
Sí, me aparté de Madrid, pero no de la industria. Estaba rodando entre Uruguay, Republica Dominicana y Madrid. También haciendo el programa Mask Singer y haciendo otras cositas. Así que de la profesión no me aparté tanto.
¿Crees que 2025 será tu gran año, el año en el que darás el boom a nivel internacional?
Es que creo que todos mis años son maravillosos. No creo que un año sea mejor que otro. Si un proyecto se da, se alinea con el factor humano y esté en armonía es lo ideal. Pero no suelo pedirle más a la vida.
¿Cuál es tu gran meta?
Sorprenderme en el trabajo. Esa ha sido siempre mi meta. Después de casi 25 años, sigo queriendo sorprenderme. Trabajar y decir: "¡Ostras! ¿De dónde sale esto? No lo podría repetir". Eso me emociona.
¿Quién ha sido la persona que más talento te ha demostrado? ¿Alguien con quien hayas trabajado y hayas dicho "esta persona es un crack"?
Mucha gente. Ana Wagner, Verónica Echegui, Juanjo Ballesta, Blanca Portillo, Susi Sánchez, María León... Muchísima gente. Es que es difícil nombrar solo a uno. Me dejo a muchas y a muchos… Son tantos…
Si te diera la oportunidad, ¿te gustaría interpretar a algún personaje en particular?
Me gustaría hacer algo parecido a lo que hizo Anne Hathaway en Los Miserables. Un personaje tan profundo y emocional.
¿Alguna vez has querido dejarlo todo?
Muchísimas veces, sobre todo cuando las dudas me invaden. Pero creo que la duda forma parte de mi vida y ya la acepté. Desde los 18 años me matriculé en Filosofía y aunque no la terminé es algo que mantengo. La duda me ayuda a organizar mi vida y a encontrar la felicidad. Es parte de mi carácter. Dudo de todo y no me preocupa. No es algo negativo, es parte de quién soy.
¿Tienes el síndrome del impostor bien instaurado?
Sí, claro. Lo convivo, sí. Ya no me asusta. Es como la cara A y la cara B de sentirme auténtica, merecedora y perteneciente.
Yo soy muy de Nietzsche y me gusta mucho su filosofía. ¿Eres una supermujer?
No, no me veo como una "supermujer" ni nada de eso. No me siento por encima de nada. Al contrario, cada vez veo más que estamos vivos de milagro, que la vida es un regalo y eso me hace sentir más humilde y agradecida.
¿Qué opinas del mundo de Instagram como casting para una película?
La industria son las que están más enfocadas en elegirnos según el número de seguidores. Pero el público que te sigue desde hace tantos años no está enfocado en cuantos seguidores tienes o no, te siguen porque estás poniendo amor y esfuerzo a cada trabajo. Que te elijan por tener más seguidores es un problema porque la calidad interpretativa no tiene nada que ver con el número de seguidores.
¿Nunca has trabajado con alguien que no haya tenido tanto talento, pero que haya estado ahí por su repercusión mediática?
Sí, claro, en la industria pasa mucho. A veces es por la relación con los medios, o incluso por ser "hijo de", y eso influye, especialmente en los premios. Pero no es algo exclusivo del cine, ocurre en muchos ámbitos. Es un sistema que está muy instaurado. Es un juego de relaciones, pero lo que realmente importa es lo que aportas, cómo trabajas y el esfuerzo que pones. Aunque, sí, el nepotismo y la mediatización están muy presentes.
¿Cuánto miedo le tienes a las críticas?
Me cuestan. Lo sufro mucho porque soy súper estricta conmigo misma. Entonces, cuando veo una crítica dura desde fuera me cuesta bastante. Me duele, me cuesta y enseguida pienso, "Seguro que algo de razón hay"… Soy mi peor crítica, nadie me conoce como yo para hacerme tanto daño.
¿Y esa filosofía de "love yourself" no te la aplicas?
Sí, joder, por eso voy a terapia. Me parece la vía más rápida para ser feliz y sacarle jugo a esta vida que es maravillosa.
Resúmeme tu vida en una palabra.
Lucha.
¿Cuánto de ego tienes?
No lo sé, no podría decirlo, pero imagino que mucho. No sé si mi ego me ha dejado ver todo lo que tengo.
¿Cómo distingues el ego de la autoestima?
Para mí, el ego bien colocado es tener la confianza de que eres buena en lo que haces, que eres buena persona, de reconocer tu valor sin ser arrogante. El ego mal colocado es cuando eres déspota, cuando tienes la autoestima baja y, por eso, tratas mal a los demás. Mi autoestima está mejor, cada vez reconozco mi valor en diferentes áreas de mi vida, como amiga, pareja, compañera de trabajo… Intento rodearme de gente que me ayude a no caer en lo negativo, que me diga cuando soy egoísta o avariciosa…
¿Qué es lo que más valoras de una persona cuando la conoces por primera vez?
Que sea transparente, sencilla y que no necesite estar llamando la atención. La seguridad en sí misma me atrae mucho porque me da sensación de cobijo. Ver a alguien que no necesita estar en el centro me parece algo muy bonito. Me parecen maestros, personas que saben estar en segundo plano y que no necesitan protagonismo.
¿A qué le tienes miedo?
A la muerte.
¿Cuándo fue la última vez que lloraste?
Esta mañana.
¿Puedes contarlo?
Sí, en la capilla ardiente de Marisa. Estaba abrazando a María (su hija) y luego cuando escuché unas palabras muy bonitas de ella en el escenario pidiendo que no se olvidaran de su madre y de todo lo que ella representaba… Eso me rompió.
¿Crees que Marisa Paredes se merece un mayor homenaje?
Sí, se lo merece. Es la mejor actriz de este país, una bestia.
¿Cómo te gustaría ser recordada el día que no estés?
Como una buena compañera, más que como buena actriz o talentosa. Que me recuerden como una buena amiga, alguien en quien podían confiar.
¿Tu lugar favorito en la tierra?
Mi cama.
Si tuvieras que elegir a alguien con quien pasar el resto de tu vida, ¿quién sería?
Mi chico. Y nos rodearíamos de animales.
Algo que no soportes.
La mentira. No la soporto y me revienta. Vivo con la duda constante y me mata cuando alguien me miente. También que me critiquen. Que de repente note que alguien está criticando a otras personas delante de mí me duele mucho.
¿Notas cuando alguien se acerca a ti por interés?
Sí, a veces soy un poco torpe y no me entero, pero mi gente sí lo nota.
Algo que nadie sepa de ti.
Que soy auxiliar veterinaria. Me encanta el quirófano y la sangre.
¿Te da miedo envejecer?
Sí, y morir. Envejecer es complicado cuando te vas dando cuenta de los cambios físicos, de que la vida te va dibujando en los ojos, en el rostro y en la piel, lo bueno y lo malo… Sí, me da miedo.
¿Qué es el amor para ti?
He tenido la suerte de conocer el amor incondicional. No lo había conocido nunca antes y ahora tengo la suerte de vivirlo. Es tener a alguien a tu lado que te devuelve un reflejo tan bonito de ti misma, día tras día, a pesar de que a veces soy una gruñona. El amor es amarte y que te amen a pesar de todo.
¿Qué cambiarías del mundo si tuvieses un poder?
La crueldad. El trato que nos damos a nosotros mismos, a los animales y al planeta, con violencia y egoísmo. Me gustaría que nos diéramos cuenta de que el sufrimiento de todos vale igual y que el sufrimiento de los demás no es menos importante que el tuyo.
Si pudieras hablar a los 8 mil millones de personas del planeta, ¿qué les dirías?
Que, aunque no todos tengamos los mismos valores, todos sabemos que el tiempo es limitado, que la gente que queremos se va a morir, y que nosotros también lo haremos. Desde esa conciencia de finitud, pediría que no nos carguemos el planeta, que no nos hagamos más daño, que paremos de abusar de los demás y del entorno. Podemos ser mucho mejores, tenemos todo a nuestro alcance para crear un mundo más justo, ecológico y sin sufrimiento innecesario. Si ponemos nuestra inteligencia al servicio de crear alternativas que respeten a los animales, al planeta y a los demás podemos lograrlo.
TEAM
Talent @adrianaugarte10
Photographer @leticiadiazdelamorena
Stylist @capelliercapellier
MUAH & HAIR @yosbaute
Editor in Chief @pabloaragon
THANKS TO
Yeguada Canto Redondo
@angelacariddi
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