La actriz de Euphoria está harta de la presión asociada al body positive. Y no se calla más.
No podemos olvidar que hemos pasado de 0 a 100 en cuestión de menos de 10 años. Se ha pasado de ser un tema tabú donde las medidas 90-60-90 era un básico si querías pertenecer a la industria del entretenimiento y la moda a la representación constante de que hay tantos cuerpos como personas. Bajo la idea del “loveyourself” aglutinando a esas mujeres que se empoderan, pero la realidad no es tal. La negatividad también aparece en escena y no siempre es oro todo lo que reluce. “Creo que es una conversación sobre el hecho de que todxs luchamos con el amor propio y no creo que ningún joven lo haya resuelto todavía”, reflexiona Ferreira en una entrevista reciente con el medio inglés Who What Wear.
La actriz reflexiona sobre la seguridad en uno mismo cuando tienes un «cuerpo grande»: “No es radical para mí usar un crop top”, dice. Y a su vez también denuncia la presión que siente por ser “esa persona que ‘se quiere a sí misma’. Es muy divertido que la gente simplemente lo asuma. ¿Dije eso? Yo nunca dije eso. Vosotros decís eso. Vosotros publicasteis eso sobre mí”.
La actriz también ha estado en el foco debido a la casi desaparición de su personaje en la popular serie. La rumorología dice que Sam Levinson quería que en esta temporada Kat (Barbie Ferreira) tuviera un trastorno alimenticio y de esta forma mostrar un problema social actual entre los adolescentes. Pero esto no le pareció bien a Barbie, que no vio con buenos ojos que su personaje atravesase ese desierto tras haber aceptado su cuerpo y su apariencia física. De esa agua, estos lodos. De ahí que se hable de que Levinson la relegase a un segundo o tercer plano.
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