El británico Banksy es un artista comprometido con la sociedad dotando de ironía cada una de sus obras. Su principal objetivo es buscar y crear arte en los lugares más insospechados. No contento con eso se ha ofrecido a recaudar millones de libras para comprar la prisión de Reading, donde estuvo recluido Oscar Wilde, con el fin de convertirlo en un centro de arte.
El artista callejero ha prometido igualar el precio de venta de la cárcel de 10 millones de libras subastando la plantilla con la que realizó el graffiti del edificio catalogado como Grado II. El mural de Banksy mostraba una figura descendiendo en rápel desde la pared perimetral con una máquina de escribir. Esta medida ha sido aplaudida por los activistas que esperan evitar de este modo la especulación inmobiliaria. La contribución de Banksy, junto con la del consejo municipal de Reading, elevaría la oferta por la antigua cárcel a un estimado de 12,6 millones de libras.
En palabras de Bansky, Wilde era "el santo patrón de romper dos ideas contrastantes para crear magia", y agregó: "Convertir el lugar que lo destruyó en un refugio para el arte es algo que tenemos que hacer". Judi Dench, Kate Winslet o Natalie Dormer son algunas de las estrellas que han prestado su apoyo a la campaña para convertir la cárcel en un centro cultural.
La plantilla se exhibió en el Museo y Galería de Arte de Bristol a principios de este mes como parte de una exposición del artista Grayson Perry. Y es que la intrahistoria de Wilde tiene miga ya que este estuvo detenido en la prisión de Reading entre 1895 y 1897 después de ser declarado culpable de indecencia grave cuando se descubrió su romance con Lord Alfred Douglas. Mientras estaba encarcelado, escribió De Profundis, su carta a su ex amante y, después de su liberación, contó su tiempo allí en The Ballad of Reading Gaol.
Este edificio por tanto es seña de identidad de la comunidad LGTBIQ+ y de la historia contemporánea de la literatura. Tal y como dijo Wilde, “Perdona siempre a tus enemigos: nada les molestará más”. Por eso mismo, Bansky quiere de una vez por todas rendirle tributo.
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